El Gobierno trabaja en la actualización del pacto nuclear con Estados Unidos, oficialmente denominado Acuerdo para la Cooperación en el Uso Civil de la Energía Atómica.
Fuentes diplomáticas informaron el jueves 21 de que ambos países mantienen ya consultas para renovar los términos de la normativa. Según dichas fuentes, si se producen avances en las negociaciones, el asunto podría ser abordado durante la cumbre bilateral que celebrarán el 25 de agosto los presidentes Lee Jae Myung y Donald.
El acuerdo nuclear entró en vigor en 1974. Su primera versión prohibía a Corea del Sur enriquecer o reprocesar combustible nuclear sin la autorización previa de la Casa Blanca, una restricción que se mantuvo durante 42 años, hasta su modificación en 2015. La versión vigente desde entonces permite reprocesar parcialmente combustible usado en instalaciones propias y emplearlo con fines de investigación sin necesidad de obtener consentimiento. También contempla la posibilidad de realizar piroprocesamientos y de enriquecer uranio hasta un 20%, en este caso con autorización estadounidense. El texto tiene validez hasta 2035.
La iniciativa surcoreana para impulsar una nueva revisión, a pesar de que restan aún diez años para que expire la disposición, responde a las circunstancias geopolíticas actuales. La estrategia del Ejecutivo busca obtener el máximo margen de maniobra posible en un contexto en el que Washington multiplica sus exigencias a Seúl en materia de comercio y defensa.