El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, confirmó el martes 19 (hora local) que la Administración del presidente Donald Trump pasará a formar parte del accionariado de la multinacional estadounidense Intel gracias a los subsidios contemplados en la Ley de Semiconductores. Según adelantó, un mecanismo similar podría aplicarse a otros fabricantes beneficiados con fondos públicos, entre ellos la surcoreana Samsung Electronics y la taiwanesa TSMC.
Durante el mandato del expresidente Joe Biden, Washington se comprometió a conceder apoyos de hasta 4.700 millones de dólares a Samsung y 6.600 millones a TSMC, mientras que en el caso de Intel la cifra asciende a 10.900 millones.
En una entrevista concedida a la cadena CNBC, Lutnick precisó que la participación en Intel se materializará mediante acciones sin derecho a voto, lo que impedirá al Ejecutivo influir en la gestión de la compañía.
Medios estadounidenses habían informado previamente de que la Casa Blanca estudiaba la posibilidad de adquirir hasta un 10% del capital de Intel. De concretarse, se convertiría en el mayor accionista de la empresa, aunque sin capacidad de decisión en su dirección.
Analistas del sector han advertido de que, incluso si el Gobierno estadounidense renuncia a exigir participaciones en firmas extranjeras, podría recurrir a la política arancelaria sobre semiconductores como instrumento de presión para forzar nuevas inversiones o, en su defecto, reducir de manera significativa las ayudas ya aprobadas.