El 15 de agosto, Día de la Liberación de Corea, el centro de Seúl vive una jornada marcada por actos oficiales y manifestaciones multitudinarias.
A las ocho de la noche está programada en la plaza de Gwanghwamun una ceremonia simbólica de investidura del presidente Lee Jae Myung. De forma paralela, organizaciones progresistas tienen previsto realizar una concentración con alrededor de diez mil participantes en la zona de Sungnyemun.
Horas antes, hacia la una de la tarde, un grupo conservador convocó en las inmediaciones de la estación central una manifestación que, según estimaciones, reunió a unas treinta mil personas.
Las autoridades han desplegado un amplio operativo de seguridad, con unos 60 escuadrones y más de 4.000 agentes para prevenir incidentes y garantizar el orden público.