El Departamento de Estado de Estados Unidos ha advertido de que la situación de los derechos humanos en Corea del Norte continúa siendo "extremadamente grave", según su último "Informe sobre Derechos Humanos por Países", el primero publicado desde el inicio del segundo mandato del presidente estadounidense, Donald Trump.
En el estudio anual, difundido el martes 12 (hora local), Washington acusa a Pyongyang de mantener su control mediante "atrocidades y coerción", prácticas que —según detalla— incluyen ejecuciones, abusos físicos, desapariciones forzadas y castigos colectivos.
El documento señala que en el último año no se han registrado avances significativos en esta materia y que el régimen norcoreano no ha adoptado medidas creíbles para identificar y sancionar a los funcionarios responsables de estas violaciones.