El comandante de las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en Corea del Sur, Xavier Brunson, consideró posible un reordenamiento de los soldados bajo su mando siempre que los cambios no afecten a su capacidad operativa.
En declaraciones realizadas el viernes 8 en la base estadounidense de Camp Humphreys, situada en la ciudad surcoreana de Pyeongtaek, Brunson señaló que, en caso de abrirse un debate sobre la presencia militar de EEUU en la península, la capacidad y el potencial de las tropas destacadas serán más importantes que el número de efectivos.
Su intervención sugiere que la Casa Blanca podría contemplar la redistribución de parte de las unidades estacionadas hacia otras zonas, siempre que ello no merme su eficacia operativa. No obstante, el comandante no mencionó de forma explícita una reducción de personal.
En relación con el traspaso del mando militar en tiempo de guerra de las Fuerzas Armadas de EEUU al Ejército surcoreano, Brunson abogó por un enfoque prudente que permita completar el proceso en beneficio de ambas partes y sin poner en riesgo la seguridad regional.
Las palabras del jefe militar adquieren especial relevancia en un contexto en el que se especula que uno de los asuntos centrales de la próxima cumbre entre el presidente Lee Jae Myung y su homólogo estadounidense, Donald Trump, será la modernización y actualización de la alianza bilateral.