Una unidad militar de Corea del Sur presuntamente operó de forma irregular un radar antiaéreo situado en la isla de Baengnyeongdo, próxima a la frontera con Corea del Norte, durante diversos periodos del segundo semestre de 2024.
Según reveló el jueves 31 de julio un diputado del gobernante Partido Democrático, el sistema de vigilancia funcionó únicamente durante el día por orden del Estado Mayor Conjunto, a pesar de estar diseñado para operar las 24 horas y detectar incursiones nocturnas, especialmente de drones norcoreanos.
La supuesta decisión ha generado una creciente polémica, ya que podría estar relacionada con una posible operación militar secreta conocida como el "Operativo de drones sobre Pyongyang", que supuestamente implicó el envío de drones surcoreanos al interior de Corea del Norte en al menos tres ocasiones.
Algunos sectores políticos sugieren que el verdadero propósito de esta incursión podría haber sido provocar una reacción en el Norte que justificara la declaración de la ley marcial en el Sur.
La principal sospecha es que el radar fue deliberadamente desactivado durante la noche para evitar que detectara los propios drones surcoreanos y mantener así el operativo en secreto incluso frente a otros sectores de las Fuerzas Armadas.