El Gobierno ultima la redacción de un proyecto de reforma tributaria con el objetivo de revertir los "recortes fiscales para los ricos" introducidos por la anterior Administración.

Según lo previsto, una vez aprobada la modificación, el tipo máximo del impuesto de sociedades volverá a situarse en el 25%, frente al 24% actual. Asimismo, el impuesto sobre la cesión de acciones comenzará a aplicarse a partir de una renta mínima de 1.000 millones de wones, en lugar de los 5.000 millones de wones fijados hasta ahora para los accionistas mayoritarios. Con estas medidas se pretende restablecer los niveles vigentes antes del mandato del expresidente Yoon Suk Yeol.
  
La reforma también contempla un rediseño del impuesto sobre la renta procedente de dividendos y participaciones, que pasará a gestionarse de forma separada del impuesto general sobre la renta. Aunque esta iniciativa busca incentivar el reparto de dividendos entre todos los accionistas, existe el riesgo de que suponga una reducción fiscal más significativa para los grandes inversores. Por ello, las autoridades tributarias afrontan el desafío de ajustar el diseño de la medida para garantizar que cumpla con los objetivos establecidos.