El equipo del fiscal especial Cho Eun Seok imputó el sábado 19 al expresidente Yoon Suk Yeol por un presunto delito de rebelión.
Según los investigadores, Yoon limitó deliberadamente las facultades del Consejo de Ministros, retrasó la redacción del texto para la promulgación de la ley marcial y difundió avisos falsos relacionados con dicho decreto. Además, le atribuyen haber ordenado la eliminación del historial de llamadas en teléfonos secretos utilizados por ministros y altos mandos militares, así como haber bloqueado arbitrariamente la ejecución de una orden de detención dictada en su contra.
Las autoridades encargadas del caso justificaron la decisión de presentar la imputación sin más demora después de que el Tribunal del Distrito Central de Seúl rechazara la solicitud de Yoon para que se revisara la legalidad de su arresto. Según explicó el equipo del fiscal especial, continuar con las pesquisas sería inviable incluso si se prorrogara la prisión preventiva, debido a la falta de cooperación del exmandatario.
Yoon permanece bajo custodia desde el 10 de julio y persiste en su negativa a colaborar con las indagaciones.