El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a presionar al Gobierno surcoreano para que aumente su aportación económica al mantenimiento de las tropas estadounidenses estacionadas en la península.

Durante una reunión de Gabinete celebrada el martes 8 (hora local) en la Casa Blanca, Trump calificó a Corea del Sur como un "país rico" e indicó que debe hacerse cargo de sus propios gastos de defensa.

El mandatario aseguró que Seúl contribuye con una cantidad insuficiente al coste del despliegue militar de Washington y sostuvo que, a pesar de que este último "reconstruyó Corea", el país asiático aporta muy poco en términos financieros. En esa línea, sugirió que Corea del Sur debería pagar 10.000 millones de dólares anuales.

Durante su intervención, Trump afirmó erróneamente que hay 45.000 soldados estadounidenses en la península, cuando la cifra real se sitúa en torno a los 28.000. Además, argumentó que la presencia militar en naciones aliadas les proporciona beneficios económicos, mientras que para EEUU representa una carga.