Japón ha logrado frenar, con el apoyo de varios países, el intento de Corea del Sur de abrir un debate en la Unesco sobre el incumplimiento japonés de los compromisos adquiridos en 2015 para el reconocimiento de la isla de Hashima como Patrimonio de la Humanidad. Seúl denunció que Tokio no ha honrado su palabra de informar adecuadamente sobre la movilización forzosa de trabajadores coreanos durante la Segunda Guerra Mundial, tal como exigían las recomendaciones del organismo de la ONU.
Durante la sesión del Comité del Patrimonio Mundial celebrada el lunes 7 (hora local) en París, los representantes surcoreanos solicitaron incluir en la agenda oficial el incumplimiento por parte de Japón de las condiciones impuestas por la Unesco hace una década. En respuesta, la delegación nipona argumentó que se trata de una cuestión bilateral relacionada con el pasado histórico entre ambas naciones que no debe tratarse en foros multilaterales.
La controversia culminó en una votación sin precedentes para decidir si el tema debía ser oficialmente abordado por la Unesco. De los 21 Estados miembros del comité, siete votaron a favor de Japón, tres respaldaron la propuesta de Corea del Sur, ocho se abstuvieron y tres sufragios fueron considerados nulos. El resultado supuso un revés para Seúl, que no logró los apoyos suficientes para impulsar el debate.
Fuentes diplomáticas interpretan el resultado de la votación como reflejo del desgaste que provocan los conflictos históricos recurrentes en el seno de la Unesco, así como de la intensa labor diplomática desplegada por Tokio para evitar una condena internacional.