La Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA) informó el miércoles 25 que Corea del Sur ha completado con éxito una prueba clave en el desarrollo de su nuevo misil guiado aire-tierra de largo alcance, diseñado íntegramente con tecnología nacional.
La operación, llevada a cabo el lunes 23, tenía como finalidad comprobar la separación segura del misil desde un avión en vuelo. Durante el ensayo se verificó que la maniobra no afectó a la estructura ni a los equipos externos de la aeronave y que las prestaciones en misión del aparato se mantuvieron sin alteraciones.
Para el ejercicio se empleó un misil experimental acoplado a un caza ligero FA-50. Según precisó la DAPA, Corea del Sur continuará realizando pruebas de este tipo con el FA-50 antes de iniciar, a partir de 2027, la fase final de verificación operativa a bordo del nuevo caza surcoreano KF-21.
Este proyecto tiene como propósito dotar al país de un misil guiado aire-tierra de largo alcance capaz de destruir con alta precisión objetivos estratégicos situados en la retaguardia enemiga, especialmente en las primeras etapas de un conflicto.