El segundo presupuesto extraordinario propuesto por el Gobierno ha generado una fuerte división entre las principales formaciones políticas.
El oficialista Partido Democrático ha respaldado la iniciativa, que estima esencial para fortalecer el bienestar de la ciudadanía. También ha instado a reanudar de inmediato las labores parlamentarias dejando de lado los bloqueos derivados de disputas partidistas.
En contraste, la principal fuerza de la oposición, Poder del Pueblo, ha reconocido la necesidad de apoyar a los sectores más vulnerables, pero critica el plan por considerarlo precipitado y de carácter populista. En este sentido, ha advertido que medidas como la entrega de cupones de consumo tendrían un impacto limitado y podrían alimentar tanto la inflación como el encarecimiento del mercado inmobiliario.
La posible designación de Kim Min Seok como primer ministro también ha elevado la tensión política. Poder del Pueblo cuestiona la falta de transparencia del candidato, quien hasta el momento ha ofrecido pocas respuestas a las solicitudes de información. Por su parte, el Partido Democrático acusa a la oposición de tergiversar hechos.
Además, ha sido cancelada una reunión del Comité de Inteligencia en la que se tenía previsto debatir el nombramiento del nuevo director del Servicio Nacional de Inteligencia, debido al boicot de los diputados opositores.