Las autoridades sanitarias surcoreanas han alertado sobre la posibilidad de un repunte de casos de COVID-19 a partir del verano, a pesar de que la situación epidemiológica actual permanece estable.
Durante una reunión del equipo conjunto de respuesta interinstitucional sobre infecciones respiratorias celebrada el martes 10, la directora de la Agencia de Control y Prevención de Enfermedades de Corea (KDCA), Jee Young Mee, explicó que, aunque los análisis del organismo no prevén un aumento repentino de positivos en el corto plazo, sí anticipan un crecimiento gradual de los contagios a partir de finales de junio. Esta proyección se basa en las tendencias registradas en países vecinos y en los patrones observados el año pasado.
Respecto a la preparación del sistema de salud, Jee aseguró que Corea del Sur dispone de suficientes reservas de tratamientos contra la COVID-19 para hacer frente a un eventual incremento de casos durante los meses estivales, tomando como referencia los niveles de consumo de 2024. Además, confirmó que el suministro de kits de autodiagnóstico se mantiene en niveles normales.
Por otro lado, el Gobierno expresó su preocupación ante la baja tasa de vacunación entre los grupos de alto riesgo. Actualmente, solo el 47,5% de la población mayor de 65 años ha recibido una inyección, lo que implica que más de la mitad de este sector vulnerable continúa sin inmunizarse.