El Instituto de Desarrollo de Corea (KDI), uno de los principales centros de estudios del país, ha diagnosticado que la economía nacional presentó en mayo un "pulso débil". No obstante, esta evaluación no implica un empeoramiento respecto a abril, cuando el organismo ya advertía de una clara desaceleración.
Según el KDI, el debilitamiento del crecimiento responde principalmente a la contracción del sector de la construcción y al descenso de las exportaciones, factores influenciados por el aumento de los aranceles impuestos por Estados Unidos. A pesar de ello, subraya que la situación no ha sufrido un deterioro adicional en relación al mes anterior, aunque persiste la falta de dinamismo.
En detalle, el informe señala que la producción en la construcción se redujo un 20,5% en abril, mientras que las exportaciones disminuyeron un 1,4% en mayo. En particular, las ventas al mercado estadounidense cayeron un 8,1%. El instituto prevé que esta tendencia continúe en los próximos meses debido al incremento hasta el 50% de los gravámenes sobre el acero y el aluminio decretado por la Casa Blanca.