El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, anunció el miércoles 4 (hora local) que Siria ha autorizado una inspección del organismo a sus instalaciones nucleares, incluidas aquellas sospechosas de haber sido construidas con apoyo de Corea del Norte.

Grossi dio a conocer la decisión en una entrevista con la agencia de noticias AP, tras celebrar una reunión en Damasco con el presidente interino sirio, Ahmed al-Charaa. En este sentido, explicó que el actual Gobierno de transición busca abrir el país al mundo y fomentar la cooperación internacional, en cuyo marco ha accedido a permitir el acceso a sus infraestructuras.

El jefe del OIEA subrayó que el objetivo principal de la revisión es esclarecer las actividades llevadas a cabo por Siria en el pasado en relación con un posible programa de armas atómicas.

Durante el régimen de Bashar al-Ásad, derrocado a finales de 2024, las autoridades mantuvieron en secreto un amplio plan que incluía reactores no declarados. Uno de los más conocidos se encontraba en la ciudad de Deir ez-Zor y, según informes, podría haberse desarrollado con asistencia norcoreana. Esta construcción fue descubierta tras un bombardeo israelí en 2007 y, según la agencia nuclear de la ONU, no estaba destinada a la producción de energía eléctrica, sino a la generación de plutonio con fines militares.