Estados Unidos, China y Japón han comenzado a perfilar sus posiciones diplomáticas tras la elección de Lee Jae Myung como nuevo presidente de Corea del Sur.
Desde Washington, la Administración estadounidense manifestó su respaldo a la alianza bilateral y valoró positivamente el desarrollo del proceso electoral. No obstante, llamó la atención que la declaración incluyera una advertencia sobre los intentos del Gobierno chino de influir en las democracias aliadas. Algunos analistas interpretan este mensaje como una señal indirecta dirigida al nuevo Ejecutivo surcoreano para que mantenga cierta distancia respecto a Beijing.
Sin embargo, el aviso procedió de una fuente funcionarial anónima y no de figuras oficiales como el presidente Donald Trump o la portavocía de la Casa Blanca, aunque el secretario de Estado, Marco Rubio, sí se pronunció de forma explícita. El jefe de la política exterior de EEUU mostró su voluntad de reforzar la colaboración en materia de seguridad y economía, especialmente en el marco del eje trilateral con Japón.
El primer encuentro entre Lee y Trump podría celebrarse en el marco de la próxima cumbre del G7 o durante la de la OTAN. Además, se contempla la posibilidad de una reunión más amplia coincidiendo con la conclusión de las negociaciones comerciales previstas para el mes de julio.
En cuanto a China, aunque no ha habido una reacción formal, los medios estatales han respondido positivamente al enfoque pragmático que ha prometido el nuevo mandatario surcoreano, centrado en la estabilidad regional y en una gestión responsable de los lazos entre ambos países.
En este contexto, gana fuerza la perspectiva de restablecer el diálogo de alto nivel, con una eventual visita del presidente chino, Xi Jinping, a Corea del Sur durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) prevista para octubre.
Desde Japón, la respuesta fue rápida y clara. El primer ministro, Shigeru Ishiba, felicitó a Lee y expresó su respeto por la voluntad democrática del pueblo surcoreano. Con el 60º aniversario del restablecimiento de relaciones como telón de fondo, Tokio ha subrayado su intención de fortalecer el intercambio con Seúl, fomentar una diplomacia de visitas recíprocas y avanzar en la cooperación trilateral junto a Washington.