El presidente Lee Jae Myung inició oficialmente su mandato el miércoles 4 a las 6:21 de la mañana, inmediatamente después de la confirmación formal de los resultados de los comicios. Al tratarse de unas elecciones anticipadas convocadas tras una vacante en el poder ejecutivo, asumió sus funciones en cuanto la Comisión Electoral Nacional certificó su victoria.
El acto de investidura se celebró a las 11:00 de la mañana en el Salón Central de la Asamblea Nacional, donde Lee prestó juramento ante los parlamentarios y pronunció su primer discurso como jefe de Estado. En su intervención, subrayó la necesidad de recuperar la democracia, fomentar la reconciliación nacional, mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y reactivar la economía.
Lee expresó su voluntad de ser un presidente para todos y manifestó su determinación de superar la política de confrontación que, según aseguró, ha polarizado a la sociedad coreana en los últimos años.
En alusión a la crisis institucional derivada de la fallida ley marcial, que precipitó la convocatoria electoral, el mandatario advirtió que nunca más debe vulnerarse la soberanía popular mediante un uso indebido del poder militar. Asimismo, anunció la apertura de una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos, depurar responsabilidades y establecer mecanismos que salvaguarden el orden democrático.
En el plano económico, el nuevo presidente reafirmó su compromiso con la recuperación del crecimiento y el fortalecimiento del tejido social. Entre sus prioridades, destacó la promoción de la inversión en industrias de alta tecnología y el impulso del sector cultural, a los que considera pilares fundamentales para construir un futuro más próspero y equitativo.