Estados Unidos ha valorado positivamente el resultado de las elecciones presidenciales en Corea y ha calificado los comicios como libres, justos y transparentes.
En una declaración escrita remitida a la agencia de noticias Yonhap, la Casa Blanca reafirmó la solidez de la alianza bilateral y aseguró que esta se mantendrá firme bajo el liderazgo del nuevo presidente, Lee Jae Myung.
El comunicado, sin embargo, fue más allá del plano estrictamente diplomático. La Administración estadounidense también expresó su preocupación por los intentos de China de influir en los procesos democráticos de naciones aliadas.
Algunos analistas interpretan este mensaje como un recordatorio de que, pese al cambio en la jefatura del Estado, Washington espera que Seúl mantenga una postura prudente frente a la creciente influencia de Beijing, en un contexto global marcado por la competencia estratégica entre ambas potencias.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ya había criticado la estrategia de ciertos países de intentar equilibrar su relación en materia de seguridad con EEUU mientras estrechan lazos económicos con China.
Por su parte, el Departamento de Defensa reiteró su compromiso con la cooperación militar con Corea del Sur tras confirmarse la victoria de Lee. Al ser consultado por Yonhap, el portavoz del Pentágono, Peter Neffenger, afirmó que el respaldo al Gobierno surcoreano permanece firme y sin modificaciones.