El Ministerio de Relaciones Exteriores declaró el lunes 2 que está siguiendo de cerca los movimientos de China en el mar Amarillo, ante la posibilidad de que las boyas instaladas por sus autoridades cerca de la Zona Marítima Provisional (PMZ) se utilicen con fines militares.
Según detalló el ministerio, Seúl también ha desplegado varias balizas flotantes en las aguas próximas a la PMZ que comparte con Beijing, algunas de las cuales se encuentran dentro de dicha área. Estas fueron colocadas como medida de respuesta ante la estructura china erigida en la misma demarcación.
Desde 2018, China ha emplazado un total de diez boyas en el mar Amarillo, cada una de aproximadamente tres metros de ancho y seis de altura. Recientemente ha sumado tres nuevas, similares en tamaño y presuntamente en propósito. Aunque el Gobierno del país vecino sostiene que su función es la observación oceanográfica y atmosférica, Corea del Sur no descarta que puedan ser empleadas para actividades militares, como la vigilancia de buques o submarinos surcoreanos, o incluso como instrumento de presión en futuras negociaciones bilaterales sobre la delimitación de las zonas económicas exclusivas (ZEE).