La Fuerza Naval ha confirmado que China ha instalado recientemente tres boyas adicionales en aguas próximas a la Zona Marítima Provisional (PMZ) en el mar Amarillo. Con esta acción, ya son trece las balizas flotantes chinas ubicadas cerca de esta franja marítima compartida entre Seúl y Beijing.
Desde 2018, el Gobierno chino ha desplegado un total de diez boyas, cada una de unos tres metros de ancho y seis de altura. Las tres nuevas estructuras son similares en tamaño y propósito, y están destinadas a la observación oceanográfica y atmosférica. Todas se encuentran en las inmediaciones de la PMZ, salvo una de ellas, que se halla dentro de dicha zona.
Aunque Beijing sostiene que se trata de dispositivos con fines científicos, no se descarta que puedan tener una utilidad militar, como la vigilancia de buques o submarinos surcoreanos, o que funcionen como elemento de presión en futuras negociaciones bilaterales sobre la delimitación de las zonas económicas exclusivas (ZEE).
Ante esta situación, el Ministerio de Defensa de Corea del Sur ha afirmado que continúa monitorizando de cerca las actividades chinas en la PMZ y que tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar la soberanía marítima del país.