El Gobierno está evaluando la posibilidad de ampliar los criterios de elegibilidad para la donación de órganos, actualmente limitada a pacientes con muerte cerebral, con el fin de incluir también a personas sin signos vitales.

Según un informe del Ministerio de Salud proporcionado por la oficina de la representante del Partido Democrático, Seo Mi Hwa, un grupo de investigadores ha recomendado la introducción del sistema de donación tras muerte circulatoria (DCD).

Este sistema permite que pacientes con paro cardíaco irreversible que hayan expresado previamente su deseo de no ser reanimados puedan donar sus órganos una vez confirmada la interrupción total de la circulación sanguínea durante al menos cinco minutos.

Los expertos señalan que la donación tras muerte circulatoria está ampliamente implementada en países como Estados Unidos y varias naciones europeas, y consideran que su adopción podría contribuir significativamente a paliar la escasez de órganos para trasplantes.

En 2022, un total de 41.590 personas permanecían en lista de espera para un trasplante en Corea, mientras que el número medio anual de donantes con muerte cerebral se situó en apenas 986,9 casos.