Los incendios forestales que comenzaron hace más de cinco días en el sureste de Corea continúan activos y sin ser completamente controlados. Las zonas más afectadas son los condados de Sancheong, en la provincia de Gyeongsang del Sur, y de Uiseong, en Gyeongsang del Norte, así como el distrito de Ulju, en la ciudad metropolitana de Ulsan.

Hasta la mañana del jueves 26, las llamas habían arrasado unas 1.685 hectáreas en Sancheong, mientras que la tasa de extinción se situaba en torno al 80%, inferior a la del día anterior. En Ulju, el fuego ha calcinado unas 494 hectáreas de bosques, con un 92% del incendio controlado a las 5:00 de la mañana.

La situación más crítica se concentra en Uiseong, donde los incendios se intensificaron entre la noche del martes 25 y el miércoles 26, lo que ha dificultado la evaluación precisa de los daños. Las llamas se han propagado a localidades cercanas como Andong, Cheongsong, Yeongdeok y Yeongyang, donde las autoridades han emitido órdenes de evacuación para la población residente.

El número de víctimas mortales se ha elevado a 20, mientras que al menos 19 personas han resultado heridas, seis de ellas de gravedad.

También se ha registrado un aumento en los daños materiales, con al menos 209 estructuras, entre viviendas y fábricas, destruidas por el fuego. Entre ellas se encuentra el templo budista Gounsa, considerado un importante patrimonio cultural de Corea, construido en el año 681 durante el periodo del reino de Silla.

En tanto, falleció el piloto de un helicóptero de extinción de incendios que se estrelló en el lugar del gran incendio forestal en Uiseong, Gyeongsang del Norte. Por ello, se ha suspendido temporalmente la operación de helicópteros en todos los sitios de incendios forestales del país.