La delegación olímpica surcoreana presentó el sábado el caso del gimnasta Yang Tae Young, a quien no se le otorgó la medalla de oro en gimnasia individual rotativa por un error de los jueces, ante la Corte de Arbitraje Deportivo.

El error en la puntuación le costó al gimnasta Yang Tae Young la medalla dorada, ya que finalizó tercero con sólo 0.048 puntos menos que el ganador, Paul Hamm de Estados Unidos. El también surcoreano Kim Dae Eun se quedó con la presea de plata.

Por el error fueron suspendidos tres jueces, incluido un estadounidense. La federación de este deporte admitió que a Yang le había sido injustamente quitada una décima en su ejercicio en las barras paralelas durante la ronda final, en la que se impuso Hamm con una puntuación de 57,823.

Yang terminó tercero con 57,774 puntos. Si el error no se hubiese producido Yang habría terminado el concurso con un total de 57,874 puntos, 51 milésimas por encima de su rival estadounidense, que habría sido medalla de plata. En tanto, el surcoreano Kim Dae Eun habría sido bronce en lugar de plata.

La delegación surcoreana había hecho el reclamo ante la Federación Internacional de Gimnasia, pero ese organismo se rehusó a cambiar el resultado de acuerdo a cuestiones reglamentarias.

Vale decir que el presidente de la FIG, Bruno Grandi, envió una carta oficial solicitándole al gimnasta estadounidense que ceda la medalla de oro a Yang, pero el Comité Olímpico de Estados Unidos se negó a remitir la misiva a Paul Hamm.