Cada año, el 8 de abril según el calendario lunar se conmemora el Natalicio de Buda. Cuando se acerca esta fecha, una de las personas más ocupadas es el venerable Pomnyun Sunim. A propósito, el término Sunim es un título de respeto utilizado en Corea para referirse a los monjes budistas. Tan renombrado monje budista no solo es respetado dentro de la comunidad budista coreana, sino que su influencia se extiende más allá de los límites de la religión. Su firme compromiso por difundir un mensaje de paz y libertad lo ha llevado a ser una destacada figura de la sociedad en general. 

El venerable Pomnyun nació en 1953 en la aldea Singi, en la provincia de Gyeongsang del Sur, con el nombre de Choi Seok Ho. Comenzó su camino en la Sangha Budista como novicio en 1969 bajo la dirección de su maestro, el venerable Domoon Sunim, en el templo Boonwhangsa. El monje budista coreano es reconocido dentro y fuera del país por sus conmovedoras charlas que calan profundo en el corazón y enriquecen el alma, así como por sus actividades humanitarias. En 1988 fundó la Sociedad Jungto, una comunidad de voluntarios que sigue las enseñanzas de Buda. Su enfoque principal es mejorar el mundo y abordar problemas sociales como la degradación ambiental, la pobreza y los conflictos, buscando aliviar el sufrimiento en la vida diaria. Posteriormente, en 1993, estableció Join Together Society (JTS), una organización humanitaria para ayudar a los países en desarrollo de Asia. Su compromiso con la paz y la libertad se ha fortalecido con la creación de otras entidades como Ecobuddha, destinada a proteger el medio ambiente, o Good Friends, centrada en la defensa de los derechos humanos, la ayuda a los refugiados y la promoción de la paz mundial. Además, en 2004, estableció la Fundación para la Paz, un instituto de investigación cuyo objetivo es lograr la paz, la estabilidad y la reunificación de la península coreana. A través de estas organizaciones, el monje budista Pomnyun ha trabajado incansablemente por defender los derechos humanos, combatir el hambre, las enfermedades y el analfabetismo en numerosos países del mundo.

El maestro zen Pomnyun ha sido galardonado en varias ocasiones por su dedicación a la paz y la comprensión internacional. En 2002, recibió el prestigioso Premio Ramon Magsaysay, considerado el equivalente asiático del Premio Nobel. También fue honrado en 2020 con el Premio Niwano de la Paz por su notable contribución a la cooperación interreligiosa y la promoción de la paz en el mundo. A lo largo de los años, el venerable Pomnyun ha llevado a cabo giras por América, Asia y Europa, impartiendo cientos de seminarios y sesiones de debate. En esos encuentros, no solo enseña la filosofía y la práctica espiritual del budismo, sino que también comparte su sabiduría sobre cómo podemos ser los conductores de nuestra propia felicidad y libertad, para hacer de este mundo un mejor lugar para vivir para todos. Sin duda, las acciones humanitarias, ambientales y sociales llevadas a cabo por el venerable Pomnyun Sunim trascienden las fronteras religiosas, generando un impacto positivo entre personas de diversos puntos del globo, sin importar sus creencias o culturas.