A las 9:46 de la noche del miércoles 25, un terremoto de magnitud 3,4 sacudió una zona a 12 kilómetros al sur-suroeste de la ciudad de Gongju, en la provincia de Chungcheong del Sur.
La intensidad percibida fue de 5 en la escala sísmica, y por tanto gran parte de la población local lo sintió claramente. Ese nivel puede hacer que platos, ventanas u otros objetos frágiles se rompan.
De hecho, en localidades más distantes como Daejeon y Jeonbuk, a más de 40 km del epicentro, sintieron la vibración e incluso algunos vehículos estacionados se balancearon.
Tras el suceso, en apenas 10 minutos las autoridades recibieron más de 380 llamadas de residentes en la provincia de Chungcheong del Sur, reportando haber experimentado un movimiento telúrico, aunque por fortuna no hubo víctimas ni daños materiales.
A lo largo de este año, la península de Corea y zonas marítimas adyacentes han registrado 87 terremotos de magnitud superior a 2 puntos, siendo el de ayer el quinto de mayor magnitud.
Tras el temblor, el Ministerio de Interior y Seguridad Pública activó la Fase 1 de emergencia del Comité Central de Medidas de Seguridad, y emitió una alerta de "precaución" ante posibles réplicas o incidentes derivados.