La pandemia de covid-19 ha dejado un saldo de 65.000 "muertes de más" en Corea del Sur.
El término hace referencia a las muertes que superan la cifra esperada para un periodo concreto, y no sólo incluye a quienes perdieron la vida directamente a causa del covid-19, sino aquellos decesos atribuibles a factores indirectos, como el colapso de los sistemas de salud.
El 12 de febrero, la Agencia de Control y Prevención de Enfermedades presentó un informe ante el Comité de Salud y Bienestar de la Asamblea Nacional, explicando que en 2021 fallecieron 10.800 personas "de más" y 52.410 en 2022, volumen que en lo que va de año alcanza 2.822 más muertes de lo previsto.
El cómputo de estas "muertes de más" permite valorar no sólo el potencial de un país para frenar una enfermedad infecciosa, sino también la robustez de su sistema sanitario. Cuando estas "muertes de más" registran cifras bajas indica una respuesta eficiente frente a una pandemia o epidemia grave.
Desde esta perspectiva, Corea del Sur ha recibido una valoración favorable por su baja tasa de "muertes en exceso". En contraste con otros países de la OCDE, la tasa acumulada de "muertes de más" hasta el pasado mes de mayo en Corea del Sur fue del 6,86%, nivel considerablemente bajo respecto a países como Estados Unidos (12,57%), Italia (10,8%) o Reino Unido (9,95%).