Ucrania ha reanudado la exportación de granos a través del mar Negro y consecuentemente el precio internacional de ese bien agrícola está a la baja, máxime con el mejorado cultivo en los principales países productores. Sin embargo, el precio de importación sigue al alza, dado que las fluctuaciones en el mercado internacional se reflejan con retraso en los granos importados.

Según lo publicado por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el índice de precios de cereales bajó un 8,6% intermensual y marcó en julio 140,9 puntos. El descenso es el más pronunciado en catorce años, desde octubre de 2008. Inmediatamente después de la invasión rusa a Ucrania, en marzo, dicho índice aumentó hasta el nivel récord de 159,7 puntos, para desde entonces empezar a disminuir.

Al respecto, el Ministerio de Agricultura y Alimentos de Corea del Sur analiza que el cambio se debe a la reanudación de las exportaciones de granos ucranianos por medio del mar Negro y a la caída del precio internacional de trigo al comenzar la temporada de cosecha en los principales países productores. Anticipó, sin embargo, que para que esa bajada se refleje en el precio de los cereales que importa Corea, se necesitará más tiempo.

Los expertos incluso vaticinan que, en el tercer trimestre de 2022, el precio de importación de granos seguirá subiendo, hasta un 16% respecto al anterior ciclo abril-junio, dado que la entrega de los volúmenes sujetos a contratos comerciales ya firmados se realiza con retrasos de entre tres y seis meses.