Las tasas de nupcialidad y natalidad son más reducidas entre la población residente en áreas urbanas, principalmente debido al elevado coste de la vivienda y a la inestabilidad laboral, según el último informe sobre tendencias demográficas publicado por el Ministerio de Datos y Estadísticas.
El estudio, que analiza el periodo comprendido entre 2015 y 2023, sitúa la edad más habitual para contraer matrimonio por primera vez en los 32 años en el caso de los hombres y en los 31 en el de las mujeres.
Los análisis comparativos muestran que en 2023 la tasa de nupcialidad cayó hasta el 60% del nivel registrado en 2015, mientras que la tasa de natalidad se redujo a la mitad en ese mismo intervalo de ocho años.
En relación con las diferencias entre entornos urbanos, el documento señala, a modo de ejemplo, que la proporción de hombres solteros de 32 años oscila entre el 34% y el 62%, en función de si son o no propietarios de una vivienda. Asimismo, en lo relativo a la relación entre natalidad y empleo, indica que las expectativas de tener hijos son mayores entre las personas con un empleo estable, tanto hombres como mujeres.