Estados Unidos confirmó la incautación de un gran buque petrolero en aguas cercanas a la costa de Venezuela, en un contexto de creciente tensión entre ambos países.
El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció la operación durante una mesa redonda celebrada en la Casa Blanca el miércoles 10 (hora local). Según afirmó, se trata de uno de los mayores petroleros jamás retenidos por las autoridades estadounidenses y aseguró que existían "razones muy sólidas" para proceder a su incautación. Trump añadió que hay otras actuaciones en curso, en línea con declaraciones previas en las que había insinuado no solo nuevas operaciones marítimas contra embarcaciones sospechosas de transportar drogas, sino también posibles acciones terrestres en territorio venezolano.
En relación con el operativo, la fiscal general, Pam Bondi, informó a través de la red social X de que el FBI, el Servicio de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y la Guardia Costera ejecutaron una orden de embargo contra un petrolero que transportaba crudo procedente de Venezuela e Irán, sujeto a sanciones estadounidenses. Según explicó, el buque está vinculado desde hace años a una red de transporte ilícito de petróleo relacionada con organizaciones terroristas incluidas en listas de sanciones.
Venezuela, que cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, comercializa gran parte de su crudo con importantes descuentos a refinerías chinas debido a las sanciones impuestas por EEUU, que limitan su acceso al mercado internacional.
Por su parte, el Gobierno venezolano calificó la operación estadounidense de "saqueo" y "piratería", al considerar que demuestra un plan deliberado para apropiarse de los recursos energéticos del país. Asimismo, adelantó que llevará el caso ante organismos multilaterales.