La Reserva Federal de Estados Unidos recortó el miércoles 10 (hora local) los tipos de interés de referencia por tercera vez consecutiva, pero sigue siendo incierto si el Banco de Corea ajustará sus tasas en la misma dirección.
La posibilidad de que el tipo de referencia coreano se mantenga en su nivel actual, pese a la rebaja estadounidense, se explica por el creciente apetito de inversores particulares e institucionales por los mercados bursátiles y de criptomonedas en el extranjero. Este fenómeno continúa impulsando la demanda de dólares y, en consecuencia, la depreciación del won, lo que lleva al banco central a actuar con especial cautela. Aunque la brecha entre las tasas de la Fed y las del Banco de Corea se ha reducido, los tipos estadounidenses siguen situándose por encima de los coreanos.
Otro factor que frena una posible bajada del tipo de referencia es el encarecimiento de la vivienda, especialmente en Seúl. Si la presión alcista sobre los precios inmobiliarios en el área capitalina no se modera antes de la próxima reunión de política monetaria, prevista para el 15 de enero, es probable que el Banco de Corea opte por posponer cualquier rebaja.
Durante la reunión de su Comité Federal de Mercado Abierto, celebrada el martes 9 y el miércoles 10, la Reserva Federal redujo en 0,25 puntos la tasa de interés base hasta situarla en un rango anual del 3,5% al 3,75%. Es el tercer recorte consecutivo, tras los aplicados en septiembre y octubre. La institución justificó la decisión en la incertidumbre derivada de la desaceleración del empleo en el mercado laboral estadounidense y anticipó que podría llevar a cabo al menos un recorte adicional en 2026.