El alcalde de Seúl, Oh Se Hoon, se ha reunido con los residentes de las áreas próximas al santuario de Jongmyo, donde permanecen suspendidas las obras de reurbanización impulsadas por el Ayuntamiento. Los trabajos, destinados a modernizar un entorno con edificios deteriorados y construcciones precarias, están paralizados debido a los riesgos que podrían entrañar para la protección de Jongmyo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, así como para la preservación de su valor paisajístico.
Durante la cita, los vecinos expusieron las incomodidades derivadas de la interrupción de las obras, y el regidor escuchó sus quejas y propuestas. Oh coincidió con ellos en que la reurbanización de esta zona, situada en pleno centro de Seúl, está estrechamente vinculada a la calidad de vida de la ciudadanía.
El encuentro tuvo lugar en la propia zona afectada, donde están previstos los trabajos. La presencia del alcalde tuvo un marcado carácter simbólico y político, con el objetivo de reiterar la necesidad de continuar con el proyecto y convencer a la opinión pública de que las obras no perjudicarán el valor patrimonial de Jongmyo.
El plan de reurbanización diseñado por el Ayuntamiento para la llamada "zona Sewoon" afecta a una amplia superficie situada frente a Jongmyo, en torno a los edificios que conforman el complejo comercial Sewoon Plaza, construido en 1968. El proyecto busca modernizar el área, en la que el 97% de los inmuebles cuentan con más de treinta años y el 57% son estructuras de madera. Para ello, el Consistorio ha aprobado elevar la altura máxima permitida de los edificios hasta 101 metros para aquellos con fachada hacia Jongmyo y hasta 145 metros para los ubicados a mayor distancia del santuario.