La clase política coreana ha mostrado posturas encontradas ante el acuerdo comercial alcanzado entre Corea y Estados Unidos.
El gobernante Partido Democrático valoró el pacto como un logro diplomático destacable del equipo negociador de Seúl, al considerar que supo transformar una situación comprometida en una oportunidad. Subrayó que el pacto permitirá mantener la estabilidad del mercado de divisas y evitar que la industria exportadora pierda competitividad.
Por su parte, la principal fuerza opositora, Poder del Pueblo, expresó su preocupación por el posible impacto de los compromisos de inversión en EEUU, si bien reconoció que el acuerdo contribuye a reducir gran parte de los factores de incertidumbre. La formación señaló que, aunque se logró limitar a 200.000 millones de dólares las inversiones en efectivo, esa cifra es hasta diez veces superior a la mencionada por el Ejecutivo en julio pasado.
La oposición criticó además que la oferta inicial del Gobierno —que contemplaba inversiones por valor de 350.000 millones de dólares en territorio estadounidense a cambio de una reducción arancelaria— supera, a su juicio, la capacidad de la economía nacional y los niveles de liquidez del mercado de divisas del país.