Aumenta la expectación ante la posibilidad de que Corea del Sur y Estados Unidos anuncien una enmienda al Acuerdo de Cooperación Nuclear bilateral durante la reunión que mantendrá la próxima semana el presidente Lee Jae Myung y su homólogo estadounidense, Donald Trump, con motivo de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
La ampliación de las facultades para el reprocesamiento de combustible nuclear y el enriquecimiento de uranio ha sido una demanda constante del Gobierno surcoreano y constituye el eje central de la revisión del pacto.
Actualmente, el combustible utilizado en las centrales nucleares del país se almacena de forma temporal en contenedores que ya superan el 80% de su capacidad, lo que podría generar en breve una situación de saturación. En este contexto, el reprocesamiento —prohibido por el acuerdo vigente— se considera esencial para reducir el volumen de residuos y reaprovechar materiales como el plutonio.
En cuanto al enriquecimiento de uranio, la enmienda de 2015 permitió a Seúl producir uranio de bajo grado con la aprobación de Washington. Sin embargo, las conversaciones no avanzaron y el país sigue dependiendo por completo de las importaciones.
El principal desafío para Corea será disipar las dudas de EEUU sobre posibles fines militares, mientras insiste en que su objetivo es exclusivamente industrial y económico.