Las nuevas políticas inmobiliarias del Gobierno del presidente Lee Jae Myung han provocado reacciones encontradas entre el oficialismo y la oposición.
El gobernante Partido Democrático defendió el plan y subrayó que el índice general de la Bolsa surcoreana, el KOSPI, ha superado los 3.700 puntos, lo que a su juicio refleja los efectos positivos de las políticas económicas impulsadas por el Ejecutivo. En esta línea, la formación afirmó que las nuevas medidas inmobiliarias constituyen una respuesta urgente a los desequilibrios del mercado de la vivienda y criticó las objeciones de la oposición, que calificó de "irracionales".
Por su parte, la principal fuerza opositora, Poder del Pueblo, expresó su desconfianza hacia las nuevas políticas, que consideró excesivamente optimistas y "carentes de una base sólida". Asimismo, instó a la Administración a centrar sus esfuerzos en los ciudadanos que realmente necesitan acceder a una vivienda y a acelerar la expansión de la oferta de apartamentos en Seúl.