El primer ministro, Kim Min Seok, ha advertido de que el futuro de las inversiones coreanas en Estados Unidos podría verse en riesgo si no se resuelven las dificultades relacionadas con la concesión de visados para trabajadores coreanos. Corea se ha comprometido a aumentar su inversión en el país a cambio de una reducción de aranceles.
En una entrevista reciente concedida a la agencia Bloomberg, Kim señaló que sin un sistema de visados adecuado que garantice la estancia segura de los empleados y sus familias en territorio estadounidense, las inversiones podrían verse seriamente afectadas.
El primer ministro hizo alusión implícita a la redada llevada a cabo a principios de septiembre por las autoridades de inmigración de EEUU en el estado de Georgia, en la planta de baterías operada por Hyundai Motor Group y LG Energy Solution. La operación derivó en la detención y posterior repatriación de cerca de 300 trabajadores coreanos.
Según Kim, episodios como este generan preocupación entre las empresas de Corea que contemplan expandir su presencia en el mercado estadounidense. En este sentido, consideró natural que, ante estas circunstancias, muchos empleados y sus familias se muestren reticentes a trasladarse o residir en EEUU, por temor a eventuales problemas migratorios.