El Gobierno ha reiterado que respeta el sistema político de Corea del Norte y que no tiene intención alguna de provocar hostilidades ni de imponer una reunificación por absorción. Con estas declaraciones, responde a las acusaciones del líder norcoreano, Kim Jong Un, quien sostiene que el Ejecutivo surcoreano busca neutralizar su régimen e incorporarlo bajo una península coreana unificada.
El portavoz del Ministerio de Reunificación, Koo Byoung Sam, afirmó el lunes 22 que el objetivo de Seúl es reducir el antagonismo entre las dos Coreas y construir una relación más estable y cooperativa a largo plazo. En esta línea, subrayó que la prioridad inmediata es rebajar las tensiones y recuperar la confianza mutua mientras se avanza hacia una meta más amplia: el establecimiento de una paz duradera. Por este motivo, añadió, la Administración también apoyará iniciativas como el diálogo entre Estados Unidos y Corea del Norte.
En relación con las críticas de Kim a la propuesta surcoreana de desarme en tres fases —congelación del programa nuclear, reducción del arsenal y, finalmente, desnuclearización—, el portavoz evitó pronunciarse y se limitó a reafirmar la posición de la Administración.