El Gobierno presentó el domingo 7 un nuevo proyecto de reforma organizacional, el primero desde el inicio del mandato del presidente Lee Jae Myung. La propuesta recoge las conclusiones de los debates mantenidos entre la Oficina Presidencial, el Gabinete y el oficialista Partido Democrático, y plantea dos cambios de gran calado como la disolución de la Fiscalía y la división del Ministerio de Economía y Finanzas.
Respecto a la Fiscalía, altos cargos del Ejecutivo y de la formación gobernante reconocieron que se trata del punto más polémico de la reforma. Según explicaron, las discusiones se centraron en el poder prácticamente absoluto que esta institución ha ejercido históricamente y que, a su juicio, ha sido objeto de duras críticas por posibilitar abusos de autoridad sin mecanismos efectivos de control, lo que pone en riesgo el principio de imparcialidad.
El proyecto establece la supresión de la Fiscalía y la creación de dos organismos independientes: una agencia de investigación de delitos graves, con competencias investigativas, y otra encargada de la formulación de cargos, a la que se conferiría la facultad acusatoria actualmente en manos de los fiscales. La primera quedaría bajo la supervisión del Ministerio del Interior y la segunda, del Ministerio de Justicia.
No obstante, la implementación no sería inmediata, ya que la entrada en vigor de estas agencias estaría prevista para un año después de la promulgación de la reforma. Durante ese periodo se debatirán asuntos clave aún pendientes, como la posibilidad de que los fiscales realicen indagaciones complementarias y la creación de un comité nacional de investigación.
En cuanto al Ministerio de Economía y Finanzas, el plan contempla su disolución para dar paso a dos departamentos independientes. Uno asumiría las funciones de diseño y ejecución presupuestaria, mientras que el otro se encargaría de la gestión económica.