El Gobierno está evaluando la posibilidad de autorizar viajes individuales de ciudadanos surcoreanos a Corea del Norte, una propuesta que ya se barajó durante la Administración del expresidente Moon Jae In con el objetivo de fomentar el intercambio civil entre ambos países. Sin embargo, aquella iniciativa no llegó a concretarse debido a diversos factores, entre ellos la pandemia de COVID-19.
Actualmente, el turismo individual hacia Corea del Norte vuelve a estar sobre la mesa, en un contexto en el que el régimen norcoreano ha mostrado interés en atraer visitantes extranjeros, especialmente tras la apertura del Complejo Turístico Costero de Kalma. Los primeros debates en torno a esta posibilidad se produjeron durante una reciente reunión del Consejo de Seguridad Nacional.
El Ejecutivo sostiene que los viajes individuales no contravienen las sanciones internacionales, ya que estas prohíben principalmente la transferencia de grandes sumas de dinero, como las que implicaban los programas de turismo en grupo organizados en el pasado. Estas visitas, bastante populares durante la década de 2000, quedaron completamente suspendidas tras la muerte de una turista surcoreana que recibió disparos de soldados norcoreanos en la zona del monte Kumgang.
Aunque la iniciativa se considera legal y factible desde un punto de vista técnico, la falta de diálogo entre Seúl y Pyongyang, sumada al actual clima de tensión, hace poco probable que las autoridades norcoreanas acepten esta propuesta en el corto plazo.