Los petroglifos del arroyo Bangucheon, situados en la ciudad de Ulsan, han sido inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, en reconocimiento a su extraordinario valor como testimonio del arte y la cultura de la Corea prehistórica.
La decisión fue adoptada el sábado 12 (hora local) durante la reunión del Comité del Patrimonio Mundial, celebrada en París, que subrayó la importancia de estos grabados rupestres como prueba tangible de la evolución cultural de los antiguos habitantes de la península coreana. La institución destacó especialmente la creatividad plasmada en las representaciones de distintas especies de ballenas y en las detalladas escenas que ilustran las fases de su caza.
Con el objetivo de garantizar su adecuada preservación, la Unesco instó a las autoridades surcoreanas a informar puntualmente al Centro del Patrimonio Mundial tanto sobre los avances de las obras de la presa de Sayeon, actualmente en construcción en las proximidades de los petroglifos, como sobre cualquier proyecto de desarrollo que pudiera afectar al sitio.
Las inscripciones rupestres se ubican a orillas del arroyo Bangucheon, en las localidades de Daegok-ri y Cheonjeon-ri, ambas pertenecientes al distrito de Ulju, en Ulsan. Los grabados de Daegok-ri, esculpidos sobre una superficie rocosa de cuatro metros de altura por diez de anchura, representan escenas de caza con figuras de animales como tigres y ballenas. En Cheonjeon-ri, por su parte, se encuentran petroglifos que incluyen símbolos que evocan formas de escritura, dibujos específicos y motivos geométricos diversos.