El Banco de Corea decidió mantener el jueves 10 el tipo de interés de referencia en el 2,5% anual. La medida busca contener tanto la inflación en el sector inmobiliario como el aumento del endeudamiento de los hogares.
Según explicó el banco central, aunque las perspectivas de bajo crecimiento económico y las negociaciones comerciales aún pendientes con Estados Unidos podrían justificar un recorte de los tipos, finalmente optó por no modificarlos. La postura adoptada responde a la necesidad urgente de actuar frente al alza del precio de la vivienda y el incremento constante de la deuda doméstica.
En su diagnóstico sobre la coyuntura actual, la institución señala varios elementos de preocupación. Entre ellos, destacan los aranceles estadounidenses, que podrían estar detrás de la desaceleración de las exportaciones. Aun así, se prevé una recuperación moderada del consumo interno, impulsada por una mejora en la confianza de los principales actores económicos y por la ejecución de los nuevos presupuestos complementarios.
En cuanto a los precios, se espera que la inflación anual se sitúe en torno al 1,9%, en línea con las previsiones anunciadas en mayo. Esta cifra, sin embargo, dependerá de la evolución de distintos factores de riesgo, como el contexto económico global, la volatilidad del tipo de cambio, los precios del petróleo y las políticas gubernamentales destinadas a estabilizar los precios.