El monumento-homenaje a las víctimas coreanas de explotación laboral a cargo de firmas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial, ubicado en un parque público de la prefectura de Gunma, en Japón, será desmantelado veinte años después de su instalación por una oenegé japonesa, para un mejor entendimiento histórico entre los pueblos coreano y japonés.
El gobierno local anticipó que la retirada del monumento se llevaría a cabo entre el lunes 29 y el 11 de febrero, y en la noche del domingo 28 procedieron a cerrar el parque.
Ese mismo día unas cien personas, entre ciudadanos comunes y activistas de oenegés japonesas, organizaron una protesta para impedir su desmantelamiento, donde reprobaron la decisión de las autoridades locales y afirmaron que retirar dicho monumento "es negar la verdad histórica".
En respuesta, un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur llamó el martes 23 a resolver la cuestión de forma que no socave las relaciones de amistad entre ambos países.