El Gobierno japonés protestó enérgicamente contra el lanzamiento de un cohete para poner en órbita un satélite norcoreano, pues dicho lanzamiento requiere tecnología de misiles balísticos.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se reunió en la noche del día 21 con la prensa en la Oficina del Primer Ministro después del lanzamiento del satélite artificial de Corea del Norte, y explicó que "aunque lo llamen satélite artificial, todo lanzamiento que use tecnología de misiles balísticos incumple claramente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y compromete gravemente la seguridad del pueblo japonés".
Kishida ordenó adoptar una respuesta oportuna en cooperación con Corea y Estados Unidos, confirmar posibles los daños y un análisis exhaustivo de la situación.
En tanto, el Gobierno japonés convocó urgentemente al Consejo de Seguridad Nacional (NSC) sobre la medianoche para inspeccionar los daños y discutir medidas de respuesta.
El portavoz del Gobierno japonés y secretario jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, destacó que posiblemente Corea del Norte seguirá con sus provocaciones a futuro, incluyendo el lanzamiento de misiles y la ejecución de pruebas nucleares.
Justo después del lanzamiento norcoreano, Matsuno ofreció una rueda de prensa de emergencia, confirmando que Corea del Norte había llevado a cabo un lanzamiento con tecnología de misiles balísticos desde el área de Dongchang-ri, al sur, sobre las 22:43 horas.
En tanto, el Ministerio de Defensa japonés confirmó que algunos fragmentos del vehículo de lanzamiento cayeron fuera de la zona occidental de la península coreana, tal como pre anunció por Corea del Norte sobre las 10:50 pm del día 21, mientras que otro objeto cruzó el espacio aéreo entre la isla de Okinawa y Miyakojima sobre las 10: 55 pm, y dos minutos después cayó en territorio exclusivo de Japón.
Según el Gobierno japonés, por el momento se ignora si el lanzamiento norcoreno tuvo éxito o fracasó.