El líder norcoreano Kim Jong Un y el presidente ruso Vladimir Putin celebraron el miércoles 13 una cumbre en el Cosmódromo Vostochni, la primera en cuatro años y cinco meses.
La reunión duró aproximadamente dos horas y tuvo lugar en dos sesiones: una primera en formato ampliado con asesores y ministros, que se extendió por una hora y media, y otra bis a bis entre ambos mandatarios de unos treinta minutos.
Kim Jong Un viajó en su tren exclusivo hasta la zona, aunque llegó en limusina al Cosmódromo Vostochni una hira y media antes. Al encontrarse con Putin, le agradeció la invitación y ambos recorrieron las instalaciones del lugar, incluido el centro donde fue ensamblado el cohete ruso Angará, antes de entrar en la sala de la cumbre.
Aunque del contenido de la reunión se sabe poco por el momento, en base a declaraciones previas es posible deducir qué esperaban obtener, pues justo antes de la cumbre Kim Jong Un dijo apreciar la ocasión que Moscú brindaba al régimen de Pyongyang para conocer más de cerca qué implica ser una potencia espacial, y afirmó que su país avanzará junto con Rusia en la lucha contra el imperialismo. Putin, en tanto, avanzó que esperaba ahondar en debates bilaterales sobre economía y otras posibles áreas de cooperación, así como sobre la situación en la península coreana.
El Kremlin anunció previamente que no emitirían ningún documento oficial tras la cumbre.