El jueves 24, Japón dio inicio al vertido de las aguas residuales procedentes de la Central Nuclear de Fukushima.
Según varios medios japoneses, Tepco, la Compañía Eléctrica de Tokio que opera la planta, comenzó a liberar el agua almacenada alrededor de la 1 de la tarde.
El vertido se realiza dos años y cuatro meses después de que, en abril de 2021, el entonces primer ministro Yoshihide Suga decidiera liberar el agua contaminada al océano; y casi 12 años y medio después del trágico accidente en Fukushima, causado por el Gran Terremoto del Este de Japón el 11 de marzo de 2011.
Para efectuar la liberación, Tepco trató el agua contaminada utilizando un sistema llamado ALPS (Equipos de Eliminación de Núclidos Múltiples) y la diluyó con agua de mar. Después, la transportaron por un túnel submarino de cerca de 1 kilómetro, desembocando en el mar frente a la central nuclear.
A pesar de que el sistema ALPS puede eliminar hasta 62 tipos de materiales radiactivos, incluido el cesio, no es eficaz para eliminar completamente el tritio y trazas de núclidos como el carbono-14. Por ello, Tepco ha optado por diluir el tritio, imposible de filtrar mediante ALPS, con agua de mar, logrando reducir su concentración a menos de 1.500 bequereles por litro, cifra que se encuentra 40 veces por debajo del estándar japonés.
El Gobierno japonés ha anunciado que supervisará con regularidad la concentración de tritio en el agua marina próxima a la planta, y espera publicar los primeros resultados de las muestras tomadas tras la liberación el 27 de agosto, a más tardar.