El primer ministro japonés Fumio Kishida envió el martes 15, fecha en la que el vecino país proclamó su rendición en la Segunda Guerra Mundial, una ofrenda al templo Yasukuni en cuyo Libro de las Ánimas figuran nombres de varios criminales de guerra de primer orden.
Así, Kishida entregó por sexta vez una ofrenda a tan controvertido templo desde que asumiera el poder en octubre de 2021, aunque hasta ahora nunca lo visitó para rendir homenaje en calidad de premier.
Otros miembros del gabinete de Tokio sí fueron al templo, como la ministra de Política Científica y Tecnología, Sanae Takaichi, que lo hizo por segundo año consecutivo, y los parlamentarios que integran el grupo suprapartidista de Legisladores que homenajean el Yasukuni.
Las visitas de políticos japoneses al templo Yasukuni son interpretadas como un acto que justifica las guerras de invasión cometidas por Japón en el pasado, de ahí motivo de polémica y conflictos con naciones vecinas como Corea y China. Pues su Libro de las Ánimas incluye los nombres de de catorce criminales de guerra de primer orden, como el ex premier nipón Hideki Tojo, ejecutado en 1948 según la sentencia a muerte dictada por el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente.