Mientras el dólar se debilita y persiste la amenaza de pérdida de liquidez del Gobierno federal de Estados Unidos, las principales economías del mundo aumentaron sus inversiones en bonos del Tesoro de Estados Unidos, incluido Corea del Sur. 

Según datos de Washington, a finales de marzo Corea poseía 114.000 millones de dólares en bonos estatales estadounidenses, 3.200 millones de dólares más que el mes anterior, reforzando la tendencia de compra desde noviembre de 2022 hasta marzo de 2023, aunque el volumen total es menor que el de hace un año, cuando alcanzó 118.900 millones de dólares. 

La Reserva Federal elevó 0,25 puntos el tipo de referencia en marzo, pese al aumento de la inestabilidad en el sector bancario tras la quiebra del Silicon Valley Bank. Entonces el mercado mostró un apetito por destinos de inversión seguros y las principales economías optaron por comprar bonos del Tesoro de Estados Unidos, incluidas Corea del Sur, Japón y China, que lideran la tenencia de activos estadounidenses. 

Aunque la rentabilidad de los bonos a diez años fue del 4,338% en octubre de 2022, el mayor nivel en quince meses, remitió al 3,996% a principios de marzo y hasta el 3,49% a finales de ese mes, aunque luego repuntó y alcanzó un 3,648%. 

Los inversores consideran los bonos del Tesoro de Washington como un activo seguro, aunque ante la pérdida de liquidez del Gobierno federal estadounidense, las tornas podrían revertir y transformarse en un activo de riesgo.