Los líderes del G7 reunidos en Japón advirtieron que adoptaran fuertes contramedidas contra las provocaciones de Corea del Norte, en un llamado directo a Pyongyang para que desista de sus amenazas nucleares.
La advertencia llega tras el medio centenar de ensayos balísticos efectuados por el Norte desde 2022, y posibles provocaciones como un séptimo ensayo nuclear o el lanzamiento de un satélite militar espía, actividades que incumplen varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Durante la Cumbre de Hiroshima, el G7 criticó que los ensayos balístico-nucleares de Corea del Norte perturban gravemente la paz y la estabilidad mundial, y recordó al régimen de Kim Jong Un que si persiste en tan graves provocaciones deberá asumir fuertes contramedidas, enfatizando que Pyongyang debe renunciar al desarrollo nuclear de forma total, verificable e irreversible.
También condenaron la invasión de Ucrania de Ucrania por parte de Rusia, y mostraron su rechazo a cualquier cambio en la coyuntura regional mediante el uso de la fuerza, en una clara referencia a China, pese a reiterar su voluntad de seguir cooperando con el gigante asiático.
Finalmente, en una declaración aparte sobre seguridad económica, los asistentes a la Cumbre del Grupo de los Siete acordaron crear un mecanismo de diálogo para agilizar el suministro de minerales y materiales clave, y para contrarrestar cualquier forma de presión económica.