Corea del Sur, Estados Unidos y Japón realizaron el lunes 17 un ejercicio de defensa combinada de respuesta ante el posible lanzamiento de misiles balísticos, con el objetivo de disuadir y coordinar una respuesta a las provocaciones de Corea del Norte.  

El simulacro tuvo lugar en aguas internacionales frente al mar del Este y contó con la participación de las Fuerzas Navales de Corea del Sur y de Estados Unidos, a las que se sumaron las Fuerzas de Autodefensa Marítima de Japón.  

El entrenamiento consistió en mejorar la detección y seguimiento de misiles balísticos de Corea del Norte en un escenario de amenaza nuclear, y posteriormente compartir los datos obtenidos entre los tres países. 

En este ejercicio conjunto participaron el destructor Aegis Yulgok Yi Yi de Corea del Sur, el destructor Benfold de Estados Unidos y el destructor Atago de Japón. 

Según detallaron fuentes de Defensa, además de mejorar la coordinación de información y las posibles medidas ante un hipotético ataque, el entrenamiento buscaba servir como respuesta y advertencia al lanzamiento realizado por Pyongyang de un nuevo tipo de misil balístico intercontinental de combustible sólido (ICBM) el pasado día 13, bautizado como "Hwasong-18".  

Previamente Corea del Sur, Estados Unidos y Japón realizaron un entrenamiento marítimo conjunto los días 3 y 4, presuntamente un simulacro antisubmarinos en aguas internacionales al sur de la isla de Jeju. 

La Fuerza Marina anunció que este ejercicio buscaba estrechar la cooperación en materia de seguridad entre Seúl, Washington y Tokio, al tiempo de reforzar aún más la preparación operativa.