Según informan, el reglamento ejecutivo de la Ley de Reducción de la Inflación de Washington no limitará a los fabricantes de baterías surcoreanos, permitiéndoles acogerse al programa de incentivos para el sector que promueve la administración de Biden.
El Departamento del Tesoro estadounidense anunció que a partir del 18 de abril otorgarán una deducción tributaria de 3.750 dólares por cada vehículo eléctrico, si al menos la mitad de las baterías instaladas usan repuestos de origen estadounidense o un mínimo del 40% de minerales procesados en países con los que Estados Unidos mantiene tratados de libre comercio.
Como el listado de repuestos permitidos incluye placas positivas y negativas pero excluye materiales primarios, las baterías fabricadas en Corea del Sur con materias primas importadas y que sean terminadas en Estados Unidos usando repuestos estadounidenses podrán beneficiarse del programa de subvenciones.
El reglamento ejecutivo de la ley antiinflación refleja así gran parte de las solicitudes del sector surcoreano de baterías y que el Ejecutivo de Seúl se encargó de transmitir a las autoridades de Estados Unidos durante los últimos meses. Sin embargo, en cuanto a la importación de repuestos y minerales clave, donde las empresas de baterías surcoreanas dependen casi enteramente de China, las directrices anunciadas por Washington indican que los fabricantes no podrán acceder a la subvención desde 2024 y a partir de 2025 respectivamente si se abastecen con repuestos de baterías y minerales de países o entidades motivo de preocupación de Estados Unidos.
En lo referente a coches eléctricos, la administración de Biden mantendrá su postura original de otorgar incentivos solo a vehículos ensamblados en territorio estadounidense.