El ministro del Exterior, Park Jin, ofreció el martes 28 de febrero un discurso virtual en la segunda jornada de las reuniones de alto nivel del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que actualmente se llevan a cabo en Ginebra, haciendo un llamado a la comunidad internacional a prestar mayor atención a la realidad norcoreana.
El canciller surcoreano manifestó que pese a los esfuerzos realizados por la sociedad global desde las denuncias planteadas hace diez años por la Comisión de Investigación de la ONU sobre los derechos humanos norcoreanos, la situación en ese país no ha cambiado. Enfatizó que incluso ha empeorado en años recientes, tanto por la pandemia del COVID-19, como por la excesiva concentración de recursos en el desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos, agravando la crisis económica interna y la desnutrición entre la población norcoreana.
Además, aludió a la llamada Ley contra pensamientos y culturas antagónicas promulgada en Corea del Norte en 2020, que limita seriamente los derechos y las libertades de los habitantes de ese país al bloquear el acceso a información y sancionar hasta con pena capital a aquellos que vean o compartan contenidos surcoreanos.
El canciller afirmó que Pyongyang se vale de normativas como la mencionada para mantener el orden interno, sin embargo recalcó que lo que debe hacer ese país es priorizar los derechos humanos de sus ciudadanos en lugar de adoptar medidas cuyo único objetivo es mantener el régimen.